La magia contra las líneas de expresión
Desde hace muchas décadas, el mundo, o mejor dicho el universo de la belleza y estética, ha venido dando pasos muy cambiantes, tendientes a buscar herramientas que ayuden a que el paso del tiempo se note menos sobre todo en lo referente a la piel y las líneas de expresión, las cuales son un proceso natural en el ser humano y el paso de los años.
Uno de los productos que se ha venido usando desde hace más de 20 años en muchas especialidades médicas como neurología, oftalmología y sobre todo en medicina estética, es sin lugar a dudas la Toxina Botulínica, conocida con el nombre comercial del primer producto que se comercializó, BOTOX y que se trata de un medicamento muy seguro debido a su efecto preventivo, corrector y rehabilitador sobre distintas alteraciones de la piel, como la seborrea, envejecimiento, y en especial su indicación para tratar las “arrugas de expresión”, es sin duda alguna el medicamento idóneo, porque actúa relajando los músculos de la cara que las producen, como por ejemplo las llamadas “patas de gallo” que aparecen a los laterales de los ojos, así como las líneas de la frente y el entrecejo.
Es importante acotar que el Botox relaja más no rellena y se ha demostrado su efecto rehabilitador sobre el músculo en el que actúa. No hay que confundirlo con otros tratamientos que pueden voluminizar y variar las formas.
Pero ¿De dónde proviene el Botox?: La toxina botulínica, es una proteína que detiene los espasmos musculares. Se inyecta directamente en el músculo. Un espasmo es cuando el músculo se contrae o se mueve solo. Esta toxina es usada no solamente en tratamientos estéticos, sino en muchas otras patologías como la migraña severa, la sudoración excesiva, así como en ciertas incontinencias urinarias y también en dolores en cuello y hombros. Se debe consultar SIEMPRE al especialista en los usos específicos cuando de estas patologías se trate y se autorice el uso del medicamento.
En un 75% de los casos, es utilizada por la medicina estética, ya que no produce efectos secundarios severos, su efecto tensor es inmediato, por lo que se notarán las diferencias en un antes y después de su aplicación.
La duración normal oscila entre los tres meses como tratamiento completo, pero podría surtir efecto hasta los 6 meses; y siempre es recomendable ser constante con los retoques de botox para no tener que partir de cero y poder mantener los cambios notorios mes a mes. Cada sesión de toxina botulínica se aplica aproximadamente cada 5/6 meses. La efectividad del tratamiento dependerá de cada persona, así como sus características faciales, forma de mover la cara, tipo de piel, edad, si es hombre o mujer. A propósito de los hombres, actualmente se están preocupando muchísimo por su apariencia física y también están inmersos en el mundo estético más de lo que la gente imagina; pues recordemos que el panorama de la belleza generalmente era visto más para mujeres que para hombres, tabúes que con el pasar de los años han ido rompiéndose por el cuidado personal sin distinción de sexo.
La inyección del Botox se aplica en cantidades minúsculas en puntos estratégicos de la cara, por lo cual, no es nada invasivo ni debe ser causa de preocupación alguna.
Para que la toxina botulínica penetre correctamente en los tejidos, es importante llevar a cabo determinadas precauciones durante los días previos al tratamiento. El paciente no puede tomar ningún medicamento ni suplemento nutricional que afecte a la coagulación, como la vitamina E o el ajo. Tampoco es recomendable el uso de antiagregantes o la ingesta de alcohol. No pueden colocárselo personas que tienen Miastenia Gravis (fatiga de los músculos que producen movimientos involuntarios de los mismos), ni pacientes con enfermedades Neuro musculares ni personas que estén tomando antibióticos. Siguiendo estos consejos de su especialista, tendrá asegurada una excelente terapia correctiva que hará lucir su piel y facciones con muchos años menos.
¿Qué no se debe hacer después de aplicar Botox?:
Es importante tener en cuenta que, en las 4 horas posteriores a la aplicación del Botox, hay que evitar frotarse la cara, gesticular exagerando los movimientos faciales y así se evitarán desplazamientos del medicamento inyectado hacia zonas no deseadas. También durante las primeras horas después de la intervención, no es recomendable hacer ningún ejercicio físico intenso; puede ser perjudicial para el rostro, que en ese momento se está recuperando de la inyección.
La conclusión general es que, para conseguir la duración en el tiempo esperado para el efecto escogido de la toxina botulínica, ha de aplicarse Fotoprotector pantalla total en la zona tratada y repetir la aplicación cada 3 horas durante al menos la primera semana. Cualquier duda que puedas tener, consulta con el especialista quien tendrá todas las respuestas a tus inquietudes.
¿Cuándo es recomendable usar Botox?:
Esta es una muy buena pregunta, pues existe controversia entre los pacientes y los mismos profesionales de la medicina estética. Realmente el Botox por ser un producto como ya hemos señalado que no tiene contraindicaciones severas, se puede aplicar incluso desde temprana edad, pero por lo general se comienza a utilizar a partir de los 25 años, en personas con gesticulación excesiva, personas que hacen mucho ejercicio y que ya presentan líneas de expresión por esta causa, o también en personas que han abusado del sol. Pero por lo general los 25/30 años sería la edad más idónea para comenzar a recibir tratamientos de Botox.
¿Qué tan bueno o malo es el bótox?:
Esta es otra pregunta muy generalizada que obedece en muchos casos a una mala interpretación de la toxina, o a especulaciones de personas que, posiblemente, hayan tenido una mala experiencia con el producto, tal vez por no haber acudido al especialista como es lo recomendable. El Botox no da alergia, no produce enfermedades, ni efectos indeseables si es aplicado por profesionales responsables. Es importante que la aplicación sea absolutamente estéril. Con el equipo y las normas de bioseguridad, en un lugar totalmente aséptico y sobre todo de la mano de profesionales capacitados para ello.
Definitivamente, el Botox es seguro y llegó para quedarse como uno de los tratamientos más efectivos para tratar las arrugas del rostro y devolverle a la piel esa apariencia lisa, tersa y sin las molestas líneas de expresión.
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